miércoles, 27 de febrero de 2008

Somewhere over the rainbow...

-¿Quieres decirme, por favor, qué camino debo tomar para salir de aquí?
-Eso depende mucho de adónde quieres ir -respondió el gato.
-Poco me preocupa adónde ir -dijo Alicia.
-Entonces poco importa el camino que tomes.
“Alicia en el país de las maravillas”.

El Sr. Rajoy ha tenido un sueño. Ha soñado con una niña “guapa” y con “posibles”, hija estupenda de padres estupendos, experta en idiomas, inquieta viajera y futura madre de una familia numerosa y perfecta, de aquellas en las cuales cada foto es un Belén.
Siento ser un aguafiestas pero alguien debería decir al Sr. Rajoy que Bambi no existe y que en el País de Nunca Jamás, Peter Pan no convoca elecciones desde que Hansel y Gretel se perdieron en el bosque. Seguramente esta es la razón por la cual se siente tan cómodo en esas lejanas e irreales tierras. Por eso quizá durante cuatro años ha mantenido prietas las filas de los suyos, a la espera de la llegada de ese reino donde vivirán felices para siempre.
Ahora pretende convencernos a todos de las bondades de un proyecto, que parece redactado por los hermanos Grimm. Nos habla de un pasado y un futuro de suaves maneras e inocentes intenciones, leyendo mientras trata de dormirnos, la historia más extraña jamás contada.
Si con su cuento pretendía que tuvieramos un sueño tranquilo y reparador, debería haber escogido una historia menos fantástica y algo más creible. Porque yo desde esa noche soy incapaz de dormir con las luces apagadas.
Me pregunto qué destino aguarda a quienes siempre preferimos al Capitán Trueno frente al Guerrero del Antifaz, y para quienes la única rubia perfecta fue y será la princesa Sigrid. ¿Qué será de nosotros? ¿Deberemos iniciar un largo viaje más allá del arco iris en busca del Mago de Oz?, o será suficiente con cruzar al otro lado del espejo y solicitar asilo político en el mundo de la Reina de Corazones, esperando la llegada de tiempos mejores, mientras las Sonsoles y Pocholos sacan a Snoopy a pasear. ¿Qué será de los niños?, hijos de padres sin tantos “posibles” o familias monoparentales, ¿deberán conformarse con llevar las maletas de los chicos viajeros, mientras dan las gracias por la suerte de ser sólo sombras de tan radiantes estrellas? ¿Qué será de todos los seres imperfectos en ese mundo tan perfecto? ¿deberemos escondernos y vivir ocultos para no estropear tan idílico decorado? o ¿será suficiente si nos movemos con la discreción de la servidumbre?
Comprendo las dificultades que algunos tienen para conectar con el resto de los mortales. Comparto que a veces la realidad sólo sirve para romper las extravagantes fantasías de algunos, yo por ejemplo, sigo esperando que aparezca en mi casa la Bullock y aunque ella se demora, yo continuo esperandola.
Comprendo incluso que el cuento de hadas de unos pocos puede ser una pesadilla para muchos, y lo entiendo porque contra la estupidez los propios dioses luchan en vano.

jueves, 21 de febrero de 2008

Subasta pública

Unos tipos han ofrecido su voto al mejor postor. Espero sinceramente que esta puesta en escena sólo sea una grotesca broma. Si es así les deseo un gran éxito en su carrera profesional como cómicos, y que obtengan contratos en lugares tan lejanos y exóticos como China o Birmania. Una temporada de representaciones en la plaza de Tiananmen quizá consiga renovar sus fuentes de inspiración para desarrollar aún más si cabe su evidente talento.
Si estoy equivocado y no tratamos con artistas, les aconsejo soliciten una urgente visita médica. Quizá sufran algún tipo de trastorno, o una rara y desconocida alteración genética que les impulsa a renunciar a sus derechos individuales. Lo digo por su bien, no me gustaría ver como a fuerza de subastar sus derechos acaban convertidos en vasallos o esclavos de algún desaprensivo. Y mientras esperan un diagnóstico, aconsejo a sus padres que vigilen los muebles, escondan las joyas y que ellos mismos pongan distancia con estos vástagos de tan acentuado espíritu comercial. Ya conocen el dicho: “El vender y el rascar, todo es empezar”... o algo así.
Sea cuales sean sus razones, sólo les pido que en el futuro utilicen los pies para pensar, porque está visto que con la cabeza no acaba de funcionar. Y que traten de no empañar la memoria de tantos hombres y mujeres que han muerto para que algunos borregos acaben subastando su sacrificio. Si pese a mi ruego su impulso subastero es irrefrenable, les pediría que al menos dieran gusto a los puristas e iniciaran sus pujas en treinta monedas, de euro, que no son de plata pero sí de curso legal.

domingo, 17 de febrero de 2008

Temblad: el infierno existe...y no esta vacío

Según el Papa Benedicto XVI el infierno existe y no está vacío. Si se refería al reino de este mundo ya era hora de que leyera la prensa diaria y descubriera el hecho, por otra parte evidente para casi todos, de que este planeta es un lugar muy desagradable para muchos de sus habitantes. Si esta ha sido una conclusión teológica, por lo tanto una mera amenaza teórica a cuenta de la fe, el Papa debería tener en consideración el hecho de que quizá el infierno ha perdido gran parte de su carga intimidatoria para quienes el día a día es una lucha constante por la supervivencia. Si realmente quiere asustarnos, al menos a aquellos ciudadanos que tenemos la suerte de vivir en países desarrollados, debería recurrir a otro tipo de amenazas. Algo así como que el cielo o el infierno utilizarán su influencia para aumentar los tipos de interés, o realizarán movimientos especulativos para incrementar el precio de los alimentos o las máximas amenazas posibles, que la sanidad y la educación serán privatizadas y las pensiones desaparecerán engullidas por nuestros pecados. Eso sí que son amenazas como Dios manda, todo lo demás son meros ejercicio teóricos que en el mejor de los casos sólo logran reafirmar en su fe a quienes esperan heredar el paraíso, algunos incluso después de haber expoliado la tierra.

viernes, 15 de febrero de 2008

Contratos, mamografías y otras necedades

Un partido político ha puesto en el punto de mira de sus necesidades electorales el debate sobre la inmigración. Cuestión delicada y sensible pero que algunos tratan con la frivolidad de quienes no reparan en medios. Pero quizá lo más llamativo de esta puesta en escena es que han centrado sus principales propuestas en la inmigración regularizada, complicando hasta el absurdo los posibles requisitos de acceso y permanencia en nuestro país de este colectivo. Dando la impresión de que la verdadera intención es aumentar la presión sobre estas personas y enviarlas a la primera oportunidad al limbo social de los “sin papeles”.
Nadie duda a estas alturas que la inmigración es un factor importante del desarrollo económico y del incremento de la riqueza de nuestro país. Pero casi siempre olvidamos un detalle importante, la inmigración ilegal genera aún mucha más riqueza, pero a diferencia de la regularizada, esta no revierte al conjunto de la sociedad. Los beneficios quedan reservados a quienes están dispuestos a explotar esta mano de obra desprotegida, vulnerable y casi siempre desesperada. Quizá algunos se sientan cómodos en un marco de relaciones al margen no ya de las leyes de nuestro país, sino también de la dignidad humana, pero dudo mucho que la sociedad española en su conjunto desee ser cómplice de aquellos para quienes la necesidad de su semejante es sólo una posibilidad de hacer negocio. Y si para alguien la solidaridad no es suficiente argumento, deberíamos pensar que quizá ese tipo de relaciones laborales tan sólo son el paraiso neoliberal que algunos sueñan para todos los trabajadores sean inmigrantes o no.
Quizá esta forma de encarar la campaña electoral puede provocar risa en algunos, especialmente cuando el discurso empieza hablando de contratos a inmigrantes y se acaba mencionando el coste de una mamografía en Ecuador. Si estas fueran las únicas asociaciones que se establecen podríamos incluso reírnos, pero el “chiste” deja de tener gracia cuando tratan de asociar inmigración y delincuencia. Hasta donde yo sé, la pobreza y la marginación pueden ser causa de delincuencia, pero también pueden serlo la codicia y la falta de escrúpulos. El color de la piel y el origen geográfico dudo mucho que sean factores determinantes a la hora de establecer la predisposición a la delincuencia de una comunidad. Con todo esto lo único que nos queda claro, es que allí donde hay un ser humano indefenso y sin voto, siempre hay alguien que no se limita a pretender obtener un beneficio económico, sino también político y en campaña electoral acaba cerrando el círculo de su propia miseria.

lunes, 11 de febrero de 2008

Artistas y viajeros

Hay un político que por fin ha descubierto que llegar a final de mes es para la mayoría de ciudadanos un complicado ejercicio, mezcla de malabarismo y de prestidigitación. Pero he de añadir unos detalles a tan electoral reconocimiento. Somos artistas muy inquietos y polifacéticos. A principio de mes somos poetas, nuestras caras son un auténtico poema cuando comparamos nuestros sueldos con nuestros gastos. A partir del día diez nos pasamos a la escultura, nos quedamos de piedra al ver el saldo de nuestra cuenta corriente. Y el resto del mes lo acabamos en la pintura, robando a nuestros sobrinillos sus “ceras” y cuadernos de dibujo para matar el tiempo mientras esperamos la llegada del siguiente día uno.
Pero sobretodo y ante todo, nos sentimos payasos sin vocación en un circo de tres pistas. Y cada noche cuando nos acostamos podemos oír carcajadas que no sabemos muy bien de dónde vienen, si del 30% de beneficios que ha obtenido el promotor al vendernos nuestras viviendas o del banco que parece ser el único al que no afectan las crisis.
Pero no acaban ahí nuestras increíbles virtudes, la vena artística se mezcla con nuestro espíritu viajero. Los ciudadanos de este país le hemos tomado el gusto a los viajes en el tiempo, tanto que somos capaces de gastamos nuestros sueldos de 1996 en el 2008.

Nota del Autor: Lo anteriormente expuesto no es una declaración voluntaria de actividad profesional. Este aviso va dirigido a la Tesorería de la S.S., (sólo nos falta a los ciudadanos de este país que nos levanten un acta sancionadora por no estar encuadrados en el Régimen Especial de Artistas Profesionales).

sábado, 9 de febrero de 2008

Fe de errores

Quizá no fui justo con aquellos jóvenes británicos que pensaban que Sherlock Holmes había sido un personaje real. Seguramente la risa me hizo olvidar mi pasado, el tiempo en el cual yo también tuve dieciséis años. Aquellos años con nubes y claros, pero también con días de cielo tormentoso, en los cuales creíamos que las cosas podían ser diferentes. Puede que los jóvenes de la encuesta no fueran ni unos desmemoriados ni unos ignorantes, sino tan sólo unos soñadores, como fuimos todos en algún mundo ya desaparecido. Gente que prefiere imaginarse a Sherlock Holmes fumando su cachimba en Baker Street a tener que ver a George Bush sentado en la Casa Blanca. Gente con la extraña y desagradable, pero atractiva y casi siempre necesaria costumbre de rebelarse, de desear cambiar las cosas. Como aquellos extraños jóvenes que no se resignaban. Seguramente alguno de quienes leen no comprendan mis palabras, os pido disculpas, pero ese es el legado de compartir desde la adolescencia: la complicidad. Pero tengo algunos amigos y amigas, de los probados, de aquellos que pese al tiempo transcurrido aún continúan soñando con un mundo mejor, que las entienden. Qué tiempos amigos cuando creíamos que desde la derrota de nuestros abuelos y padres podíamos cambiar el mundo. Qué tiempos compañeros cuando creíamos que la inocencia y la ilusión durarían para siempre. Qué tiempos amigos…qué tiempos cuando escalábamos torres y mástiles para desarmar alianzas.

viernes, 8 de febrero de 2008

Lectoras

He leído que un 43% de los españoles no leen nunca o casi nunca. En mi caso leer esta noticia ha sido el resultado de la casualidad. A veces cojo el metro y practico el noble arte de echar un vistazo por encima del hombro al periódico de otro pasajero. Sé que es un hábito reprobable y poco educado, pero ahorro una pasta a final de mes y con el Euribor en el 4%, se pierde pronto la vergüenza. Quizá piensen que sería más sencillo coger uno de esos periódicos gratuitos y desde un punto de vista práctico no les falta razón. Pero para mi estas lecturas fugaces despiertan el atávico instinto del cazador, esperar la llegada de alguien con un periódico de los de pago que sea el que tu leías, seguir al portador, buscar el ángulo adecuado entre su hombro y el papel, para como mínimo poder leer los titulares, es una experiencia inigualable. También es verdad que con tanta “aventura” casi nunca leo nada, pero cuando lo consigo, es el éxtasis.
Como iba diciendo, por fin he descubierto uno de los grandes misterios que me llevaban obsesionando mucho tiempo y mira por dónde, la prensa quizá me haya dado una posible explicación. La mayoría de lectores habituales son mujeres y leen novela. Tal vez este sea el motivo por el que los fines de semana la mayoría de las mujeres interesantes desaparecen. Optan por quedarse en casa leyendo, evitando a tipos como yo, alimentados intelectualmente sólo de fútbol y que continuamos pensando que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta. Y sinceramente, a la vista del panorama hacen bien. Al menos las historias narradas en las novelas sabemos de principio a fin que son ficción, sólo nos engañan si queremos. Y así aunque la impostura produzca dolor este suele ser pasajero. Claro que quizá esta no sea la razón de porqué las mujeres leen más que los hombres, así que continuaré buscando una explicación leyendo furtivamente periódicos y novelas.

martes, 5 de febrero de 2008

The war is over, but….which war?

Ayer leí una noticia de aquellas que suelen hacerte sonreír mientras sacudes la cabeza, pero que más tarde te hacen pensar. Un 23% de los jóvenes británicos cree que Winston Churchill es un personaje de ficción y un 52% que Sherlock Holmes fue un personaje real. No me importaría saber cúal es el porcentaje de encuestados que sabían quienes eran realmente y que hubieran sido capaces de situar a ambos personajes en su contexto. Pero claro quizá en ese caso no hubiera sonreído, así que es mejor no tentar a la suerte y tomarse las cosas como vienen.

Descartando que el 23% de esos jóvenes sean extraterrestres y que el otro 52% sufra algún tipo de trastorno disociativo, me pregunto cómo pueden haber llegado a dar estas respuestas. Quizá en el caso de Winston Churchill no sea tan difícil entenderlo. En estos tiempos de líderes de cartón piedra fabricados a golpe de asesor de imagen, o de ideas que en el mejor de los casos, no pasan de mediocres proyectos con poca o ninguna imaginación, es sencillo entender cómo personas como Winston Churchill o Roosevelt puedan llegar a parecer seres de leyenda, políticos controvertidos, (especialmente el Sr. Churchill a ojos de los demócratas españoles), pero capaces con todos sus defectos de hacer frente a situaciones históricas extraordinarias y permitirnos poder olvidarles en paz.

Pero tras la sonrisa, llega la reflexión, si Winston Churchill es un personaje de ficción, ¿qué es la segunda guerra mundial?, ¿sólo un decorado donde Tom Hanks buscaba a un soldado?, o ¿qué son los campos de exterminio?, ¿un lugar donde judíos, prisioneros de guerra rusos, y demócratas de todas nacionalidades iban a pasar los fines de semana? Es inevitable que los hechos históricos se vayan desdibujando y perdiendo su carga de tragedia conforme los protagonistas y testigos desaparecen. El olvido es inevitable y a veces interesado, más aún en estos tiempos donde la memoria dura lo mismo que un anuncio televisivo. Pero de ahí a transformar el baño de sangre que fue el siglo XX en una novela de acción, la sangría de Irak o de algunos países africanos en una incómoda superproducción, media una distancia patológica. Ojalá muchos de todos estos hechos fueran resultado de las pesadillas de algún novelista y pudiéramos relegar en nuestra memoria unos libros que una vez leídos se olvidan o incluso poder escoger no leerlos nunca. Pero no es así. Y mientras las guerras las inventen las naciones y no los escritores, sería recomendable recordar, no vaya a ser que al final acabemos siendo figurantes en alguna tragedia.

lunes, 4 de febrero de 2008

Principe y Pastor

Después de leer el documento de la conferencia episcopal me sentí muy aliviado, al menos algunas cosas han cambiado en los últimos setenta años. Ya no hacen llamamiento a la cruzada, ahora se limitan a pedir el voto, lo cual para mi es un síntoma de evolución, lenta, pero constante. Más tiempo tardó el Homo Erectus en llegar a homo Sapiens, aunque claro, no se si este sería un ejemplo de consenso. Pero ejemplos aparte posiblemente dentro de otros setenta años, Dios mediante, las futuras generaciones puedan ir a votar y casarse con quienes quieran con la tranquilidad de que una lluvia de fuego no arrasará sus ciudades o una inundación les obligue a poner flotadores a sus mascotas.
No debería sorprendernos la toma de posición de una parte de la jerarquía católica. Llevan cuatro años mostrando sus preferencias ideológicas y políticas, algunos exagerados afirmarían que son muchos más. Pero tampoco creo que esta toma de posición haga variar mucho la intención de voto. A quien va dirigido el documento ya tiene muy claras sus preferencias electorales. Este parece más bien orientado a legitimar ante muchos católicos los métodos y argumentos del Partido Popular, siendo al mismo tiempo, una invitación a obviar los inevitables escrúpulos cristianos a la hora de votar a una organización política que ha reunido una larga lista de despropósitos. Me imagino que muchos católicos no comparten no ya los puntos de vista del PP, sino que incluso rechazan abiertamente sus tácticas. Y estos últimos deben sentirse huérfanos, ya que salvo el Abad de Montserrat, el resto de voces moderadas parecen haber hecho voto de silencio o estar amordazadas. Mientras la iglesia católica soluciona sus contradicciones y se adapta a la realidad de la sociedad española, nuestros impuestos, votemos o no al PP, continuaran financiando manifestaciones y la ambición de algunos prelados que parecen carecer de la necesaria humildad del pastor y si en cambio poseen la arrogancia de quien se siente príncipe dentro y fuera de la iglesia.