jueves, 27 de agosto de 2009

Timerosal

Cortesía de un lector o lectora.

1 comentario:

Fuentenebro dijo...

Lo que más me asusta de todo este tema es asumir que jamás me había planteado qué contienen las vacunas que todos ponemos a nuestros hijos. Sí dudo ante nuevas vacunas que aparecen de repente y sin resultados contrastados, como la del papiloma (de las que ya hablamos otras veces). Pero nunca me había preguntado por las que llevan años e incluso décadas dentro del calendario de vacunas infantiles obligatorias.Daba por segura una inocuidad que, tal vez, pecaba de ingenua.