sábado, 25 de febrero de 2012

Shanghai Tower y el plato de ducha


(Por Alex Sánchez)

Ya sabemos que no hay dos sin tres. Hace unos días trataba de reflejar la realidad de una parte del sistema laboral Chino, a la vez que denunciar la realidad del nefasto sistema de control, que la prensa occidental ejerce sobre todos nosotros, y esto no es nada nuevo. Ahora debo darte mi angustiada razón sobre el artículo que enlazas. Verás, de hecho, tu habitación está a tan solo unos 800, 900 metros de la Shanghai Tower, ese monstruo de hormigón que desde nuestras ventanas (consideradas por algunos como el paraiso del jubilado), vemos subir a razón de una planta cada 5 días y en la que vemos entrar y salir a diario a 10.000 trabajadores (datos facilitados por el ingeniero jefe de la constructora y amigo de la familia).

Pues bien, suelo mirar con recelo el crecimiento de la torre, ya que en casa tenemos bastantes nuevas grietas y además (dato este que es considerado un problema mental propio), "mi" plato de ducha ha decidido inclinarse sospechosamente hacia el oeste, de modo que el agua en vez de salir alegremente por el desagüe, acostumbra ahora a acumularse en un lado y permanecer allí horas y horas, incluso días... Me dicen que no es posible, me dicen que los arquitectos saben muy bien lo que hacen, que se trata de un prestigioso equipo internacional, pero que quieres que te diga, después de ver como el agua "sube" por mi plato de ducha solo espero que el día que la torre caiga no nos pille en casa.

PS. Ya se que te gustan más los plastidecor, pero algún día tienes que empezar con alguna técnica más seria.
Un abrazo.

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