viernes, 5 de diciembre de 2008

Salir por piernas (Comentario de un bellaco)

Cuando hay un tiroteo los expertos y también el sentido común dicen que es aconsejable agachar la cabeza, esperar a que se calmen las cosas y si es posible o no queda más remedio, salir del lugar moviendo el culo como si se tuviera prisa, preferiblemente evitando la trayectoria de las balas. Pese a las opiniones en contra de los “jabatos” de turno, especialistas en juzgar la valentía ajena desde los salones de sus casas, el salir por piernas es casi siempre la opción más inteligente. Permanecer en medio de una ensalada de tiros, aguantando el tipo sin una razón profesional para hacerlo, es de género estúpido o de naturaleza suicida. Una vez a salvo, cuando ya puedes levantar la cabeza sin riesgo de que te abran el tercer ojo, la mayoría podemos sacar al atleta que en esas circunstancias todos descubrimos en nuestro interior y continuar corriendo sin ningún tipo de complejo. Éste, supongo, es uno de los pocos privilegios de los peatones de la Historia, no necesitamos mantener la compostura cuando nuestra vida está en peligro.
Pero aquellos, los llamados líderes, cuando ya han puesto distancia con la amenaza deberían reprimir sus impulsos maratonianos y esperar hasta que el último de los suyos esté a salvo; solo entonces y tras estar bien seguros de que nadie se quede atrás, pueden continuar corriendo y hacerlo incluso descalzos. En estos casos la providencia agradece su demostración de responsabilidad y compromiso cuidando de ellos y evitando, por ejemplo, que sus pies sufran daños incluso cuando el suelo esté cubierto de cristales y sangre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta la entrada. Esa alcahueta mojigata se ha cubierto de ... ----da. Que "la" callen la boca para que no siga vomitando contra quienes osamos criticar su, como mínimo, cicatera actuación.
Dale a la gallina!
(Bisente)