miércoles, 24 de agosto de 2011

Curioso y preocupante


No es una novedad que Warren Buffet denuncie la necesidad de pagar más impuestos, como tampoco lo es que manifieste el absurdo de que el sistema impositivo se ensañe con la clase media, mientras las grandes fortunas, desde la época de Reagan, viven en unas permanentes vacaciones fiscales, que han servido para incrementar las diferencias económicas entre ricos y pobres. Si a esto le sumamos que los sueldos medios se han ido reduciendo progresivamente, dándose la circunstancia de que muchos trabajadores, pese a tener un empleo, viven en la pobreza, como consecuencia de los bajos sueldos, es inevitable que en este contexto cualquiera capaz de ver más allá de su propia codicia, sea consciente de que se está generando una situación insostenible, desde el punto de vista social y económico.

Si las declaraciones de Warren Buffet pueden ser interpretadas como un gesto de inteligencia, también son un aviso de que la avaricia rompe el saco y seguramente, estén encaminadas a tratar de reformar el capitalismo para evitar su quiebra. La carta firmada por dieciséis millonarios franceses pidiendo un incremento de impuestos, en cambio, es un ejemplo de condescendencia y prepotencia. No piden, pese a los titulares de prensa, que se les suban los impuestos, sino que se establezca una contribución “excepcional”, mientras dure la actual situación económica y que ésta tenga “proporciones razonables”, para evitar la fuga de capitales o la evasión fiscal, por lo que su oferta no es gran cosa. En el mejor de los casos, podríamos considerarla una propinilla al fisco para lavar su pésima imagen y tratar de mantener a medio y largo plazo sus privilegios fiscales.

Si bien la petición no deja de ser un mero acto cosmético, contra el cual no tengo nada (cada uno tapa sus defectos como puede), si resulta inquietante la velada amenaza que contiene la misiva. Por una parte, dejan claro que ellos hacen lo que les da la gana, disponen de los medios para evadir y ocultar bienes y por otra parte advierten, de forma descarada, que no aceptarán ningún cambio en un modelo fiscal que tantos beneficios les ha reportado. Evidentemente, como son gente formada en las mejores escuelas y de modales exquisitos, saben que una amenaza si se la acompaña de un acto de caridad será malinterpretada y los titulares sólo recogerán el gesto de magnificencia, obviando la canallada implícita del entrelineado. Quizá empiecen a estar preocupados y sospechen que esta crisis y la que parece avecinarse, puede generar la suficiente masa crítica como para que se produzcan estallidos sociales de consecuencias políticas y sociales imprevisibles para sus intereses. No deja de ser curioso y preocupante que los ricos europeos y estadounidenses se ufanen y afanen en ofrecer su colaboración económica tras cuatro días de algaradas en Londres.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con todo el contenido del artículo. Sólo añadir la sonrojante unanimidad de los gobiernos de la Unión Europea a la hora cargar los costes de la crisis (Económicos y sociales)sobre las clases más desfavorecidas y la ausencia de presión sobre las rentas más altas. Esta inmunidad/impunidad de las rentas altas es tal que los ricos franceses han tenido que reclamar, ellos mismos, que les carguen algo de la actual situación; actuando, en mi opinión, porque empezaban a sentir verguenza ajena.
Mientras en lugares como Barcelona resulta casi imposibre obtener un empleo a una persona mayor de 40 años, las grandes marcas de productos de lujo viven una edad de oro e inuguran grandes tiendas en el Paseo de Gracia. Son contrastes de una crisis que ha dado como resultado unas diferencias sociales insostenibles sin que ningún gobierno haya movido un dedo para tratar de mitigarlas.
En fin , un caluroso aplauso por su brillante gestión a los políticos catalanes, españoles y europeos y a sus sesudos asesores economicos.

RDC