viernes, 7 de septiembre de 2012

Sexo, mentiras y cintas de vídeo


Nuestra derecha que está en los cielos, tan montaraz y asilvestrada como en los tiempos del Alcazar de Toledo, sigue construyendo el mundo sobre el bien, que ellos representan, y el mal, que somos todos los demás. Y desde esta peligrosa simplicidad filosófica transforman a sus opositores en enemigos, a la sociedad en su campo de batalla y a las personas en instrumentos desechables, en víctimas de su carencia de escrúpulos y proporción. Hace pocos días algunas web dieron difusión a un vídeo de carácter estrictamente personal con la intención de humillar a una mujer solo por su condición de concejal socialista, ignorando las más mínimas normas éticas y morales, que tanto gustan citar, y obviando el derecho a la intimidad de las personas.

No conocen reglas porque se consideran en una permanente guerra contra todos aquellos que no comparten sus ideas, y a la vista de su fracaso ideológico y político a la hora de solucionar los problemas que realmente preocupan a los ciudadanos, recurren al juego sucio. Evidentemente sus conciencias están tan limpias como la de los cruzados que asaltaron Jerusalén, ya que la fe está de su lado y sus tropelías serán perdonadas en confesionarios complacientes y complacidos con sus acciones. Esta estrategia de recurrir a la vida personal de los políticos para eliminarlos de la escena pública es la exótica importación que da más valor a una supuesta felación que a una guerra ilegal.

Si finalmente la concejal llega a dimitir, se generará un peligroso precedente, uno que hará que las ideas, la actividad política y la honradez en la gestión pública solo sean elementos accesorios. Si ya consideramos que demasiados políticos están supeditados a intereses ajenos al bien común, solo necesitamos que también sean los títeres de una ideología totalizadora y represora que desde la invisibilidad del anonimato, controle quién puede hacer política en función de la “rectitud moral” de sus vidas personales. No es sorprendente que quienes ignoran a curas pederastas, políticos corruptos y otras vilezas, haciendo de la hipocresía el hilo conductor de sus vidas, tengan interés en convertirnos en unos farsantes que compartan su perversa y enfermiza visión del ser humano, solo así se sostendría la extorsión.

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