El juez encargado de la investigación del accidente del Spanair JK5022 se ha visto obligado a solicitar su informe a la Agencia Europea de Seguridad Aérea, porque es incapaz de encontrar en nuestro país profesionales “objetivos e imparciales”. Seguramente la causa que explique la necesidad del juez no radica en la falta de profesionales cualificados, si no en que los intereses y la ideología suelen corromper con excesiva facilidad la voluntad y opinión de algunos de esos técnicos.
Quienes deberían ser un ejemplo de objetividad, con frecuencia transforman sus conclusiones en bochornosos ejercicios de compadreo y retuercen sus juicios para que las responsabilidades nunca tengan nombres. Atosigan con datos y marean con hipótesis absurdas hasta que los hechos, agotados, se rinden a la evidencia de que la verdad cuenta poco o nada cuando supone poner en entredicho a un colega o que este sea procesado por su incompetencia o desidia.
Esos técnicos, que parecen hombres sabios, saben que la vida es incierta y mañana quizá sean ellos quienes dependan de la confusión esparcida por uno de sus iguales para eludir responsabilidades. Aunque también puede ser que sus hijos un día lleguen a viajar en uno de esos aviones de frágiles alas, puestos a punto por uno de los compañeros exonerados gracias al corporativismo. Entonces quizá reparen que los juramentos clandestinos de lealtad pueden ser tan quebradizos como la vida de sus semejantes.
Quienes deberían ser un ejemplo de objetividad, con frecuencia transforman sus conclusiones en bochornosos ejercicios de compadreo y retuercen sus juicios para que las responsabilidades nunca tengan nombres. Atosigan con datos y marean con hipótesis absurdas hasta que los hechos, agotados, se rinden a la evidencia de que la verdad cuenta poco o nada cuando supone poner en entredicho a un colega o que este sea procesado por su incompetencia o desidia.
Esos técnicos, que parecen hombres sabios, saben que la vida es incierta y mañana quizá sean ellos quienes dependan de la confusión esparcida por uno de sus iguales para eludir responsabilidades. Aunque también puede ser que sus hijos un día lleguen a viajar en uno de esos aviones de frágiles alas, puestos a punto por uno de los compañeros exonerados gracias al corporativismo. Entonces quizá reparen que los juramentos clandestinos de lealtad pueden ser tan quebradizos como la vida de sus semejantes.
http://www.elpais.com/articulo/espana/juez/caso/Spanair/desconfia/peritos/espanoles/elpepuesp/20090416elpepinac_10/Tes
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