lunes, 25 de mayo de 2009

Piratas

Un informe del Congreso norteamericano, firmado por congresistas demócratas y republicanos, asegura que España es la “reina” de la piratería, una suerte de Isla de Tortuga, donde corsarios y piratas encuentran un refugio seguro para realizar sus fechorías. Sinceramente, no me siento especialmente molesto por la posibilidad de ser considerado un pirata, al fin y al cabo, desde que mi presunción de inocencia desapareció engullida por el canon digital, ya me he acostumbrado a ser tratado como un delincuente. Además, mi conciencia en estas cuestiones se halla muy aliviada por un hecho que no guarda relación con mi falta de escrúpulos o mi culpabilidad presunta o manifiesta, sino simplemente porque los tipos que nos han juzgado no son precisamente un ejemplo ni de integridad ni de objetividad.

No es necesario recordar que esos políticos, los que ahora reparten banderas negras con tibias cruzadas, no hace mucho votaron a favor de una guerra cuyo único objetivo era saquear los recursos naturales de una nación soberana. Y sus colegas del Senado denegaron al presidente Obama ochenta millones de dólares para cerrar la cárcel de Guantánamo. Así que dada las circunstancias y los antecedentes de los jueces, es comprensible que nadie, en este país y en ningún otro, se muestre excesivamente impresionado por su declaración.

Sin embargo esta iniciativa no deja de tener su lado positivo, ya que podemos considerarla el inicio de una voluntad regeneradora que pondrá fin a los malos hábitos y prácticas que tanto han arraigado en los últimos años. Y sinceramente, espero que en las futuras declaraciones, el Congreso de los EEUU o el de cualquier otra nación, incluyan la relación de paraísos fiscales, resaltando en negrita los más canallas, aquellos donde el dinero del trafico de drogas y personas, no solo encuentran refugio sino también la virtud, gracias a la santificación de la que provee el blanqueo de capitales.

Es más, como la imitación es el más grande de los elogios, propongo que los ciudadanos también nos pongamos a hacer listas. Y una de ellas podría incluir a todos aquellos artistas que se quedan afónicos exigiendo que sus derechos sean respetados y después ponen sus patrimonios en países con fiscalidades más blandas, negándonos a los ciudadanos nuestro derecho a unos servicios públicos de calidad. Otra posibilidad, podría ser una lista en la que se incluyeran todas aquellas multinacionales que se dedican a esquilmar los recursos del planeta y que obtienen fabulosos beneficios gracias al trabajo esclavo de miles de hombres, mujeres y niños.

Seguramente estas listas no solucionarían ninguno de esos problemas, pero tendrían la virtud de ponernos a todos en nuestro lugar y ya de paso, dejar claro que algunas acusaciones e intenciones tiene muy poco valor cuando se realizan bajo pabellón de conveniencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No te olvides de incluir a Monsanto, Blackwater y demás en alguna lista... Oye, sabes que por primera vez me gusta algo que hacen estos yankis, me gusta tener patente de corso... Al abordajeeeee...