
Pero no van desencaminados del todo, algo de psicológico tiene esta crisis. Pero los protagonistas de este cambio de mentalidad no deben ser los consumidores, al menos no exclusivamente, sino quienes se acostumbraron a obtener beneficios desmesurados en muy poco tiempo sin tomar en consideración ningún otro factor. Y este necesario cambio parece aún muy lejano.
Posiblemente el neoliberalismo ha quedado desprestigiado como ideología y quizá también como filosofía económica. Durante años empresas e individuos transformaron su actividad económica en una carrera depredadora de recursos y personas. Sin embargo pese a las evidencias y las consecuencias económicas y sociales de este largo periodo de desregulación, muchos directivos y empresas continúan empeñados en aplicar como modelo de gestión el principio de internalizar los beneficios y externalizar los costes, utilizando el empleo como instrumento, no ya para preservar la actividad del negocio sino como fórmula para elevar los menguantes beneficios. Es verdad, un cambio de mentalidad es necesario y también, ya de paso, que algunos recuperen la vergüenza o como mínimo la empiecen a utilizar.
Posiblemente el neoliberalismo ha quedado desprestigiado como ideología y quizá también como filosofía económica. Durante años empresas e individuos transformaron su actividad económica en una carrera depredadora de recursos y personas. Sin embargo pese a las evidencias y las consecuencias económicas y sociales de este largo periodo de desregulación, muchos directivos y empresas continúan empeñados en aplicar como modelo de gestión el principio de internalizar los beneficios y externalizar los costes, utilizando el empleo como instrumento, no ya para preservar la actividad del negocio sino como fórmula para elevar los menguantes beneficios. Es verdad, un cambio de mentalidad es necesario y también, ya de paso, que algunos recuperen la vergüenza o como mínimo la empiecen a utilizar.
1 comentario:
Estaría muy bien que aumentase el consumo de productos nacionales. Pero, tal vez, olvida el Ministro que esos productos nacionales suelen costar mucho más caros que los "made in taiwan", "made in México", etc.
No sé yo si las 220.000 personas que se quedaron sin trabajo en los últimos 3 meses o los 800.000 hogares en que ningún miembro de la familia trabaja, estarán en situación de llevar a cabo ese sabio consejo ministerial.
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