-Que nadie se equivoque- dice Bono –yo soy de los míos. La cuestión es ahora averiguar quienes son los suyos, si los militantes, simpatizantes y votantes del PSOE o los “hijos de puta”. Esta no es ni mucho menos una cuestión menor, es mucho más trascendente que, por ejemplo, rendir tributo en el Congreso de los Diputados a una monja “perseguida” que murió a los setenta y cuatro años en su cama y en olor de santidad. La respuesta es importante porque nos dará una pista del estado de su involución ideológica o decadencia mental y así podremos tomar medidas, ya que a este ritmo acabará proponiendo, solo por su afición a los equinos, un homenaje al General Pavía que pasó a la historia por entrar en el Congreso a caballo.
No sabemos si el Sr. Bono sufre una crisis espiritual, la del 18 del julio, claro está o si su conducta errática es resultado de un conflicto artístico. Acostumbrado como estaba a ser la primera vedette, su ego desmedido y desproporcionado no disimula la insatisfacción y el descontento con su actual responsabilidad, la cual le aleja de los focos relegándolo a una importante pero discreta función que él ha logrado, gracias a su tenacidad y desvaríos, convertir en un circo de tres pistas.
Si no sabe refrenar su subconsciente resentido o si sus piernas marchitas ya no dan para más bailes y no es capaz de asumir con discreción su obligación institucional, debería buscarse otro trabajo. O en su defecto, si el conflicto es ideológico, cambiar de organización política. Algunos respiraríamos aliviados y evitaríamos las más que justificadas miradas de reproche de nuestras madres cuando averigüen a quien votamos.
No sabemos si el Sr. Bono sufre una crisis espiritual, la del 18 del julio, claro está o si su conducta errática es resultado de un conflicto artístico. Acostumbrado como estaba a ser la primera vedette, su ego desmedido y desproporcionado no disimula la insatisfacción y el descontento con su actual responsabilidad, la cual le aleja de los focos relegándolo a una importante pero discreta función que él ha logrado, gracias a su tenacidad y desvaríos, convertir en un circo de tres pistas.
Si no sabe refrenar su subconsciente resentido o si sus piernas marchitas ya no dan para más bailes y no es capaz de asumir con discreción su obligación institucional, debería buscarse otro trabajo. O en su defecto, si el conflicto es ideológico, cambiar de organización política. Algunos respiraríamos aliviados y evitaríamos las más que justificadas miradas de reproche de nuestras madres cuando averigüen a quien votamos.
1 comentario:
Me cago en Bono y en su p...
Muy bien la entrada como es habitual, pero coño! Hoy se celebra una efeméride de las importantes! Que está pasando? Acaso lo has olvidado? Hoy hace un quinquenio del traspaso del más ilustre de nuestros conciudadanos.
Descanse en paz, genio y figura: Copito de nieve. Te recordamos.
Bisente
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