Por lo que a mí respecta, no soy feliz ni desdichado; vivo en suspenso como un cabello o una pluma en la amalgama nebulosa de mis recuerdos. He hablado de la inutilidad del arte, pero no he dicho la verdad sobre el consuelo que procura. El solaz que me da este trabajo de la cabeza y del corazón, reside en que solo aquí, en el silencio del pintor o del escritor, puede recrearse la realidad, ordenarse nuevamente, mostrar su sentido profundo. Nuestros actos cotidianos son en realidad la arpillera que oculta la tela laminada de oro, el significado del diseño. Por medio del arte logramos una feliz transacción con todo lo que nos hiere o vence en la vida cotidiana.
Justine. El cuarteto de Alejandría.
1 comentario:
Hacía una semana que no visitaba tu blog y acabo de hacerlo. Veo en primer lugar a Lawrence Durrell y su definición de arte y no puedo estar más de acuerdo. Los cuatro libros de "El Cuarteto de Alejandría" fueron en su momento una historia que me deslumbró, que me mostró que la verdad es un caleidoscopio de miradas. Creo que han sido los únicos libros que he releído hasta este momentoi y se los aconsejo a todos los que vivimos inmersos en este mundo de verdades únicas.
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