Por Alex.
Hola Claudia, quizás observas ese error en mi teoría porque no te has parado a pensar que se trata de una simple cuestión de “presión”, acción, reacción, repercusión, como dice Macaco, esas desgracias siempre ocurren "indefectiblemente" en zonas superpobladas, si, ya se, a quién va a matar un tsunami en la Antártida, probablemente a nadie, pero revisa un poco los datos de hemeroteca y descubrirás unas curiosas coincidencias entre la densidad de población y el número de catástrofes. Eso incluye el factor de que a igual probabilidad de terremoto en poblaciones del cinturón de fuego o de alguna falla geológica, siempre ocurren también esas desgracias en los citados lugares superpoblados.
Y sobre esas herencias genéticas que criticas y que te gustaría erradicar, son las que han permitido al ser humano adaptarse y evolucionar hasta lo que es hoy en día, el paralítico, el ciego, el sordo, etc. eran pasto de las bestias no hace mucho, esas terapias génicas son la caja de Pandora y solo espero que los gobiernos que lo permitan estén preparados para pagar el precio que puede llegar a suponer.
Te cito “pero a mí me parece genial el hecho de que ese niño haya podido nacer salvando la vida a su hermano”, ese niño “no ha podido nacer salvando la vida a su hermano”, a ese niño lo han hecho y le han hecho nacer para que salve la vida a su hermano, a ese niño no le han dejado escoger, ese niño no es fruto de la lotería genética, es un producto de laboratorio, un medicamento. Y todo es culpa de nuestro miedo a la muerte, nos aferramos a lo que sea por no ver morir a un se querido, es natural, licito, pero quizás existan límites. Este primer mundo, sus ventajas, sus avances científicos nos han acostumbrado a ver la muerte como algo lejano, como algo más propio de la tele que de la vida real. En medio mundo la muerte es algo cotidiano y claro que padres, madres y hermanos lloran la muerte de un niño, pero siguen adelante, saben que la muerte es algo diario, horroroso, cotidiano, el dolor es parte de la supervivencia y no se puede perder tiempo llorando la muerte cuando cualquier otro ser humano puede ser el siguiente, lo estamos viendo en Palestina, lo estamos viendo en África donde trece millones de personas se enfrentan a la hambruna… Para que seguir…
Hola Claudia, quizás observas ese error en mi teoría porque no te has parado a pensar que se trata de una simple cuestión de “presión”, acción, reacción, repercusión, como dice Macaco, esas desgracias siempre ocurren "indefectiblemente" en zonas superpobladas, si, ya se, a quién va a matar un tsunami en la Antártida, probablemente a nadie, pero revisa un poco los datos de hemeroteca y descubrirás unas curiosas coincidencias entre la densidad de población y el número de catástrofes. Eso incluye el factor de que a igual probabilidad de terremoto en poblaciones del cinturón de fuego o de alguna falla geológica, siempre ocurren también esas desgracias en los citados lugares superpoblados.
Y sobre esas herencias genéticas que criticas y que te gustaría erradicar, son las que han permitido al ser humano adaptarse y evolucionar hasta lo que es hoy en día, el paralítico, el ciego, el sordo, etc. eran pasto de las bestias no hace mucho, esas terapias génicas son la caja de Pandora y solo espero que los gobiernos que lo permitan estén preparados para pagar el precio que puede llegar a suponer.
Te cito “pero a mí me parece genial el hecho de que ese niño haya podido nacer salvando la vida a su hermano”, ese niño “no ha podido nacer salvando la vida a su hermano”, a ese niño lo han hecho y le han hecho nacer para que salve la vida a su hermano, a ese niño no le han dejado escoger, ese niño no es fruto de la lotería genética, es un producto de laboratorio, un medicamento. Y todo es culpa de nuestro miedo a la muerte, nos aferramos a lo que sea por no ver morir a un se querido, es natural, licito, pero quizás existan límites. Este primer mundo, sus ventajas, sus avances científicos nos han acostumbrado a ver la muerte como algo lejano, como algo más propio de la tele que de la vida real. En medio mundo la muerte es algo cotidiano y claro que padres, madres y hermanos lloran la muerte de un niño, pero siguen adelante, saben que la muerte es algo diario, horroroso, cotidiano, el dolor es parte de la supervivencia y no se puede perder tiempo llorando la muerte cuando cualquier otro ser humano puede ser el siguiente, lo estamos viendo en Palestina, lo estamos viendo en África donde trece millones de personas se enfrentan a la hambruna… Para que seguir…
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