Llegó el verano y las vacaciones. No sé vosotros, pero yo durante estos días entro en una fase de indolencia y desinterés casi absoluta respecto al mundo y sus noticias. Esto no significa que vaya a dejar de colgar entradas en el blog, sólo que estas, salvo algún momento de crisis en mi plácida y temporal existencia, tendrán una naturaleza más ligera. Durante estas semanas, al menos hasta la llegada del buen tiempo, es decir de la lluvia y el frío, iré colgando algunas historias cortas.
Son historias sencillas, sin demasiadas complicaciones ni pretensiones, escritas en su momento simplemente para pasar el rato. Si alguien, pierde la vergüenza y se anima a enviar sus historias de verano o de invierno, eso da igual, estaré encantado de colgarlas. Sólo quiero advertiros que si no indicáis nada en otro sentido, estarán sujetas a la misma licencia Creative Commons que he escogido y recordaros que el texto no debería superar las tres o cuatro páginas por cuestiones de espacio.
Espero que os gusten o como mínimo no os den un motivo para odiarme, por suerte para mí y mi ego, los silbidos no suelen atravesar el monitor. Quiero también agradecer a los lectores y comentaristas habituales vuestra participación y paciencia con mis opiniones.
Un abrazo a todos y espero que paséis unas buenas vacaciones, yo por mi parte pretendo estos días poder languidecer todo lo posible. Ahí os dejo la primera.
Son historias sencillas, sin demasiadas complicaciones ni pretensiones, escritas en su momento simplemente para pasar el rato. Si alguien, pierde la vergüenza y se anima a enviar sus historias de verano o de invierno, eso da igual, estaré encantado de colgarlas. Sólo quiero advertiros que si no indicáis nada en otro sentido, estarán sujetas a la misma licencia Creative Commons que he escogido y recordaros que el texto no debería superar las tres o cuatro páginas por cuestiones de espacio.
Espero que os gusten o como mínimo no os den un motivo para odiarme, por suerte para mí y mi ego, los silbidos no suelen atravesar el monitor. Quiero también agradecer a los lectores y comentaristas habituales vuestra participación y paciencia con mis opiniones.
Un abrazo a todos y espero que paséis unas buenas vacaciones, yo por mi parte pretendo estos días poder languidecer todo lo posible. Ahí os dejo la primera.
1 comentario:
Por que todos languidezcamos a gusto.
Por lo que veo, disfrutaré tanto de tus momentos de crisis existencial como de tus días de bucolismo veraniego.
Yo tampoco arribaré a puerto con la misma frecuencia. Pero cuando lo haga, no dejaré de buscar una taberna donde escuchar tus historias.
Saludos.
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